Seguramente,
si en el 2005 os hubiese preguntado lo que significa una burbuja en
términos puramente económicos, pocos me hubierais sabido contestar.
Podríais, pero, de manera más o menos intuitiva, dar una respuesta
bastante cercana a la realidad. Y es que si se les llama burbuja es,
precisamente, porqué se comportan como tal. Se hinchan, se hinchan,
hasta que al final explotan.
De
manera acertada, todos estáis pensando en la ya por desgracia famosa
burbuja inmobiliaria que se empezó a gestar en este mismo país a
finales de los 90 y principios de este siglo, para acabar estallando
allá por el 2008.
Como
veis en el gráfico (es hasta el 2012, en 2013 siguió bajando aún
más), se ve claro donde se empieza a formar la burbuja. A partir del
año 98-99 se ve un claro cambio en la tendencia de subida de
precios. Lo que era una subida moderada (acorde con una inflación
normal) se convirtió en una subida mucho más rápida y exagerada.
Hasta que en el 2008, pum. Explotó. A día de hoy la vivienda ha
perdido más o menos un 40% del valor que tenía en su punto más
álgido.
- “¿Pero por qué se producen las burbujas económicas?”
Pura
y dura especulación. Así de simple. En un momento determinado, la
gente se piensa que algo en concreto (viviendas, acciones, tulipanes
(!!), etc) va a aumentar considerablemente su precio en los
siguientes periodos de tiempo. Con esa idea, lo compra con la única
intención de venderlo más tarde para ganarse la diferencia. Al
haber un aumento en la demanda de ese producto (todo el mundo quiere
aprovechar la oportunidad) se produce un aumento en su precio (más
demanda = más precio).
Como
se ha cumplido la premisa inicial de que el precio ha subido, aún
más gente lo quiere. No voy a ser yo el único pringado que no se
forre aquí, ¿no? Lo que a su vez provoca que el precio suba más y
más. Veis a dónde quiero llegar, ¿verdad?
Os
preguntaréis cuando diablos peta la dichosa burbuja. Llega un
momento en el que quedan ya pocos posibles compradores, es
decir, la demanda que había estado aumentando sin parar, se
desvanece. Como consecuencia, los precios caen en picado. La gente
que había vendido en su precio más alto se ha forrado y los que han
comprado antes del crash se
han arruinado.
Esto es precisamente lo que le ha
pasado a mucha gente en este país, que ha comprado vivienda muy por
encima de su valor real y ahora ésta vale mucho menos. Algunos lo
han hecho simplemente porqué querían una casa donde vivir, otros,
en cambio, compraban porqué “los pisos nunca bajan” y “lo
venderé por el doble en unos años”. Especulación pura y dura,
vamos. Es por esto que el tema de la dación en pago es un tanto
espinoso, algún día escribiré una entrada sobre ésta.
En fin, a lo que iba. He empezado con
el ejemplo de la burbuja inmobiliaria española ya que seguramente es
lo que a la gente le suene más por aquí, pero no es ni mucho menos
el caso más sonado que se ha producido a lo largo de la historia.
Si recordáis un poco lo que acabáis
de leer, cuando he puesto algunos ejemplos, he escrito la palabra
tulipanes. No, no es un error. Una de las burbujas más sonadas que
este mundo ha vivido ha sido la burbuja de los tulipanes, también
llamada tulipomanía, que sacudió los Países Bajos allá por el
siglo XVII.
Corría, como ya he dicho, el siglo
XVII, y la prosperidad comercial holandesa era notable. Hacía ya
casi un siglo, a mediados del XVI, que se había introducido el
tulipán procedente del Imperio otomano. Lo curioso vino cuando, al
tiempo de cultivar estos tulipanes en Holanda, éstos no salían
normales, sino que adquirían variaciones en su apariencia. Adquirían
multitud de colores diferentes unos de otros. Este hecho provocó que
que estos tulipanes tan raros empezaran a subir de precio.
La incapacidad de los horticultores
por controlar el proceso por el cual los tulipanes iban adquiriendo
esos colores no hizo más que hacer que fueran surgiendo variedades
más raras y exóticas. Cada una más cara que la anterior, por
supuesto.
Fue en la década de los años 30 del
siglo XVII cuando el precio de los tulipanes empezó crecer de una
forma descontrolada. Se llegaban a pagar locuras por una de estas
flores. Puede parecer un sinsentido, pero el tipo que las compraba
estaba convencido de que lo podría revender a cambio del doble, el
triple, o lo que fuera. El precio de los tulipanes no hacía más que
subir y subir sin control. Un solo bulbo podía llegar a valer el
sueldo de 7 años de holandés medio. Una locura.
En
1635 se vendieron 40 flores por 100.000 florines. Para que os hagáis
una idea, el sueldo medio era de 150 florines al año. ¡El sueldo de
más de 16 años por cada una de las 40 flores!
Tal fue el descontrol que incluso se
creó un mercado de futuros a partir de bulbos aún no recolectados.
Mercado que, pese a ser prohibido, no dejó de llevarse a cabo con
total descontrol. Compradores y vendedores comerciaban con tulipanes
que aún no habían visto.
Hay que ir hasta 1637 para encontrar
el pinchazo de esta peculiar burbuja. El final de la locura. El 5 de
febrero se vendió un lote de 99 tulipanes a 90.000 florines. Al día
siguiente, un lote de medio quilo a 1.250 florines no encontró
comprador. Hasta aquí hemos llegado. Todo el mundo quería vender,
pero ya nadie quería comprar. Los precios, como es lógico, cayeron
en picado. Un sinfín de bancarrotas fueron la consecuencia directa
de esta peculiar burbuja.
Se han producido incontables burbujas
a lo largo de la historia. La naturaleza humana es propensa a ello.
Quizás no tan famosas para nosotros como la burbuja inmobiliaria o
con un producto tan peculiar como un tulipán multicolor como
protagonista, pero las ha habido a montones. Y las seguirá habiendo,
por supuesto. Algunos dicen que el aún hoy no muy famoso Bitcoin,
del que os hablé hace unos meses, es una burbuja en toda regla. Solo
el tiempo lo dirá. Mientras tanto, yo voy a comprar unos cuantos,
¡no hacen más que subir!
¡Gran entrada! Y muy curiosa por cierto. Me gustan este tipo de entradas. El gráfico de los tulipanes es brutal.
ResponderEliminarLo de vender flores por florines es humor semántico del bueno jaja.
Lo peor de todo es que no aprendemos.Aún hay gente que piensa que ahora es el mejor momento para comprar pisos porque estan baratos... En fin!
ResponderEliminarDani, es de las cosas que dices: si no lo veo no lo creo. Como dices, el gráfico es brutal.
ResponderEliminarJen, toda la razón del mundo. Los pisos aún tienen que bajar mucho más!