Después de unas semanas en las que
he tenido esto un poco abandonado, aquí va la primera entrada post-exámenes, mi
primera reflexión como economista. Suena cojonudo eh?
Después de la entrada de David
relacionada con el fútbol, como también la fue la primera de Dani, llevaba uno
días dándole vueltas, pensando que podía escribir yo en relación al fútbol. En
mi círculo más cercano hablar de fútbol supone hablar del Athletic y su
entorno, y últimamente gran parte de las conversaciones acaban deliberando en
el nuevo San Mamés. Ya tenía comienzo para la nueva entrada, aunque finalmente
la reflexión acabase mucho más lejos de Bilbao y del fútbol.
No les daré el gusto (por lo menos
por ahora) a aquellos que esperan oír un alegato en contra de la construcción
del nuevo estadio de la boca de un Athleticzale. Me centraré en las formas y no
en la necesidad. Y es que hace algunos días me llegaba esta foto y me
pareció que tenía mucha historia por detrás, que no era un simple parado en
busca de empleo.
Una vez más, y como casi siempre
sucede en la CAV (comunidad autónoma vasca), la obra pública se le concedía a las empresas vinculadas al
PNV (INBISA Construcción, Acciona, Altuna y Uria y Murias). Tratos
entre gente que ante todo se preocupa por el bienestar de los vascos y las
vascas. No contentos con el cacho del pastel que se llevaban estas empresas,
decidieron contratar a trabajadores extranjeros para poder discutir los costes
en mano de obra y maximizar así su beneficio. Se habla de jornadas de doce
horas, siete días a la semana y por un sueldo de 600-900 euros.
Esta misma estrategia la siguen las
grandes empresas transnacionales, llevando partes de su producción a países del
tercer mundo para abaratar así los costes de la mano de obra mediante
una reducción de las condiciones laborales. Es decir, estas empresas que
habituarme residen en los países más ricos, imponen más condiciones laborales que los ciudadanos de su país no aceptan, pero sí lo hacen los de los
países más pobres. A esta práctica se le denomina dumping social.
El término dumping hace referencia a la práctica monopolística de discriminación de precios. Práctica que consistente en vender un mismo producto a precios diferentes en distintos mercados. En su uso corriente, el dumping consiste en vender en los mercados exteriores un producto a un precio inferior al de ese mismo producto en el mercado interior, incluso por debajo de su coste de producción.
Por lo tanto si hablamos de una
discriminación en las condiciones laborales, hablamos de dumping social. Y
es una discriminación que no ocurre de forma esporádica, las
legislaciones promovidas por los políticos europeos y nacionales como un modelo
de negocio de libre mercado normal están detrás de todo esto.

Y es precisamente esto lo que Altuna
y Uria S.A. ha hecho en la construcción de San Mames Berria. Y así seguirá siendo en Bilbao, en
Bangladesh y en Pakistán mientras las instituciones responsables sigan
apostando por mercados laborales cada vez más globalizados y sobre todo
más desregularizados.
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