Hace
cosa de una semana gran parte de la prensa española se hacía eco de
un vídeo en el que David Fernández, diputado de la CUP, sandalia en
mano, llamaba gángster a Rodrigo Rato, expresidente de Bankia. Dicha
acusación estaba basada en el escándalo de Bankia, que hace cosa de
año y medio acaparó todas las portadas de la prensa. Con el
transcurso del tiempo toda esta indignación social se fue apagando.
En mi caso, puedo decir que las palabras de David Fernández me ha
hecho reflexionar.
La
comparecencia del diputado de la CUP comenzaría con términos tales
como contabilidad
creativa o
ingeniería financiera. Recuerdo
que en conversaciones de después de los exámenes de contabilidad,
en aquellos pasillos de la UAB, nosotros ya utilizamos este tipo de
términos. Los usábamos para explicar que, en un principio, no nos
cuadraba el balance final, pero que inventando un cero por aquí y
quitando otro por allá lo habíamos hecho cuadrar como fuera. Nos
parecía muy feo el hecho de entregar un examen en el que el balance
final no estuviera cuadrado. Algo parecido debió pensar nuestro
amigo Rodrigo Rato. Trataré de analizar lo que sucedió y donde
estamos ahora.
Bankia
es el resultado de la fusión de siete cajas de ahorros como fueron
Caja Madrid o Bancaja entre otras. Estas cajas pasaban por un mala
época en el inicio de la crisis, cuando en España los activos
inmobiliarios (pisos, construcciones o suelos) dejaron de apreciarse.
El problema era que la mayoría del balance de estas cajas de ahorros
estaba compuesto por estos activos inmobiliarios y las predicciones
apuntaban a que el precio de estos activos continuaría bajando, y de
cumplirse estas estimaciones, las cajas directamente quebrarían.
En
esta tesitura a algún iluminado se le ocurrió eso de “la
unión hace la fuerza”. Rodrigo
Rato, que hasta entonces era el presidente de Caja Madrid, sería
nombrado presidente tras la fusión. En el momento de su formación
el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) le dio un
crédito
de 4.465
millones de euros.
En
un principio la fusión de las cajas no supondría mas que la
creación de un Banco
Financiero y de Ahorros
(BFA).
Meses después de la creación de éste llegaron los acuerdos
bancarios de
Basilea
II, lo que obligaba a los bancos a crear una reserva de capital para
que las entidades pudiesen defenderse ante un posible problema. Como
os podréis imaginar, las cajas fusionadas no tenían suficiente
dinero líquido para guardar en forma de reserva.
Ante
esta situación Rato y sus colegas pensaron que la mejor opción era
salir a bolsa, pero se toparon con un problema: gran parte de los
activos del BFA estaban relacionados con el ladrillo y los estudios
preveían un mal desarrollo en el mercado de valores. Como solución
a esto crearon una matriz llamada Bankia S.A., que heredó todos los
activos bancarios sanos del BFA, pero no los considerados “tóxicos”
(preferentes, empresas inmobiliarias, etc). El 20 de julio de
2011
sale
a
bolsa
Bankia
S.A.. De aquí proceden las famosas imágenes de la campanita.
Bankia
fue incluida en los índices MSCI
Global Standard
de
Morgan
Stanley Capital International y
el 3 de octubre de
2011
ocupó
el decimocuarto puesto en el
IBEX
35. En 2011, anunció unos beneficios de 305 millones de euros.
No
es hasta Mayo de 2012 cuando la empresa de auditoría Deloitte
detectó en las cuentas de 2011 de Bankia un desfase patrimonial de
3.500 millones y optó por no firmar el informe de auditoría. Los
hombres de nuestro amigo Rodrigo se habían dedicado a hacer eso
mismo que nosotros hacíamos a nuestra manera en los exámenes de la
uni (contabilidad
creativa, ingeniería financiera, etc).
El
28 de mayo de
2012
el
Consejo de Administración de BFA anunció que tras reformular las
cuentas de 2011, donde habían anunciado beneficios, en realidad
había unas pérdidas de 3.318 millones de euros, pero que “eran
resultado de circunstancias sobrevenidas e información obtenida con
posterioridad al cierre del ejercicio”. Chapeau!
Total que el ministro de economía De Guindos se reúne con Botín,
González y Fainé (Presidentes del Santander, BBVA y La Caixa) y
deciden forzar la dimisión de Rato y poner a Goirigolzarriri
(antiguo director general y consejero delegado de BBVA) como
presidente.
El
FROB, que sabía que no podrían devolverle el crédito inicial,
convirtió en acciones del BFA los anteriormente mencionados 4.465 millones de euros, y adicionalmente aportó
otros 19.000 millones más, siendo finalmente de 22.424
millones de euros la inyección total. Todo este dinero se ingresaría
mediante la compra de acciones de la entidad, por ello escuchamos
tanto eso de la nacionalización de Bankia, aunque estas acciones
apenas tengan valor. Los pequeños inversores que habían comprado
preferentes tampoco cobrarían.
Días
después se anunció que la Unión Europea rescataría con 100.000
millones de euros el sistema financiero español. Eso sí, Rajoy
utilizó términos como "línea de crédito", no valía
decir rescate.
Al
señor Rodrigo Rato le ha salido muy bien la jugada. Todo comenzó en
la época de Aznar, donde era su mano derecha. Fue
vicepresidente
segundo del gobierno
y
ministro
de Economía, época donde llevó a cabo privatizaciones como la
entidad bancaria
Argentaria
o
Telefónica. En esta época también acudiría en representación a
las juntas del FMI y del
Banco
Mundial. Casualidades de la vida
después ocupó el cargo de director gerente del
Fondo
Monetario Internacional
hasta
su dimisión.
Años
mas tarde llegaría a la presidencia de
Caja
Madrid
y
de
Bankia,
como ya se ha mencionado antes. En esta época cobraría la digna
suma de 2,3 millones de euros (su sucesor, Goirigolzarri, tiene un
sueldo vitalicio de 3,02 millones de euros brutos por ser ex
consejero delegado de BBVA). Total, que después de liarla en Bankia
en Enero de este mismo año fichó por el Consejo de asesores de
Telefónica. Compagina este puesto con el de consejero asesor
internacional en el Santander.
Parece
curioso que esté trabajando para una empresa que él mismo privatizó
y que uno de los que optó por destituirle en Bankia (Emilio Botín,
presidente del Banco Santander) sea quien quiera sus consejos ahora. Algo de razón puede que tenga el señor de la sandalia,
cuando les llama gángsters y mafiosos.
Aún suponiendo que la mala gestión de Bankia no fuera intencionada, que no se trata de corrupción, que simplemente Rato es un mal gestor, ¿En que cabeza entra que además de salir de rositas de todo ésto se dedique a ser asesor de dos de las más grandes empresas españolas?
Finalmente, todo parece indicar que no habrá ninguna consecuencia penal para los responsables de todo este escándalo, pese a que UPyD y el movimiento 15M hayan presentado querellas contra los consejeros de Bankia y BFA. El juez Fernando Andreu admitió a trámite estas querellas y además de Rato otros peces gordos como José Luis Olivas, Ángel Acebes y Francisco Verdú (directivos de Bankia) están imputados. El exgobernador del Banco Central de España o la empresa Deloitte están citados también como testigos. Personalmente creo que poco o nada les pasará. Ni siquiera un “sandaliazo” en la cara, nada.
Aún suponiendo que la mala gestión de Bankia no fuera intencionada, que no se trata de corrupción, que simplemente Rato es un mal gestor, ¿En que cabeza entra que además de salir de rositas de todo ésto se dedique a ser asesor de dos de las más grandes empresas españolas?
Finalmente, todo parece indicar que no habrá ninguna consecuencia penal para los responsables de todo este escándalo, pese a que UPyD y el movimiento 15M hayan presentado querellas contra los consejeros de Bankia y BFA. El juez Fernando Andreu admitió a trámite estas querellas y además de Rato otros peces gordos como José Luis Olivas, Ángel Acebes y Francisco Verdú (directivos de Bankia) están imputados. El exgobernador del Banco Central de España o la empresa Deloitte están citados también como testigos. Personalmente creo que poco o nada les pasará. Ni siquiera un “sandaliazo” en la cara, nada.
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