Los malabares de las pensiones

Hay pocos dolores de cabeza mayores para la economía española hoy en día. La actual estructura del sistema de pensiones es insostenible, el dinero se agota, y por si fuera poco la pirámide demográfica nos deja entrever que el futuro pinta aún más negro.

En España tenemos lo que se llama sistema de reparto que consiste en que los actuales trabajadores con sus impuestos pagan las pensiones de los actuales pensionistas.

❖     “¡He trabajado toda mi vida y ahora me rebajan la pensión!”

Siento decirte que el sistema de reparto se basa en un sistema piramidal, en el que si hay más trabajadores que pensionistas todo funciona correctamente, pero si por el contrario hay menos trabajadores que pensionistas, tenemos un grave problema. Ésto es lo que está pasando actualmente; las mejoras en sanidad e higiene, entre otras muchas, hacen aumentar la esperanza de vida y con ello la población se va envejeciendo cada vez más. A esto debemos sumar una tasa de natalidad cada vez menor. Con estos ingredientes vemos como es la actual pirámide demográfica española y como será en un futuro cercano.

En la imagen vemos como en 2012 la franja de edad de 25 a 45 años es suficientemente grande como para ir manteniendo a los mayores de 65 años, pero esta base que ahora está cotizando en 2052 ya serán jubilados a los que se les deberá pagar la pensión. El problema está en que la base de la pirámide será mucho más estrecha indicando que será imposible el correcto funcionamiento del sistema. Cada vez más, los trabajadores estarán sometidos a mayor presión fiscal para intentar pagar a los pensionistas haciendo casi imposible de mantener el sistema de pensiones. Es por eso que en 2014 habrá una reforma de las pensiones, pero, ¿qué cambia? Allá vamos con los cambios más importantes:

• La nueva reforma laboral desliga las pensiones del IPC (Índice de Precios al Consumidor), de modo que tu cobro de la pensión no se verá afectado por una subida o bajada del coste de vida. 

 

• Las pensiones subirán siempre entre un mínimo de 0.25 y un máximo de 0.5. Esto puede gustar a todo el mundo a simple vista pero, ¿realmente subirán siempre? La respuesta es sí y no. Prestad atención porque aquí viene lo importante. Sí crecerán siempre en términos absolutos, pero no así en relativos, me explico. Si el IPC sube más que las pensiones, entonces nos están subiendo la pensión a la vez que nos hacemos más pobres. Por ejemplo si hacer la compra del mes costaba 250 euros mientras que la pensión era de 900 euros, y ahora la misma compra te vale 400 y la pensión sube hasta 920 euros, estamos perdiendo poder adquisitivo.

• Hasta ahora sabíamos que para calcular el importe de tu pensión se tenía en cuenta factores como los años cotizados, el sueldo, etc. Lo que se añadirá con la reforma es que se tendrá también en cuenta la esperanza de vida.

 
Estas decisiones van en la dirección de intentar oxigenar el fondo de las pensiones que cada mes que pasa va perdiendo dinero. Noticias como que el día 20 de diciembre se cogerán fondos de la hucha de las pensiones (el Fondo de Reserva de la Seguridad Social) para la doble paga, ordinaria y extraordinaria de diciembre, no hacen otra que confirmar la situación dramática que vivimos. En un futuro la jubilación de la generación del babyboom será un problema más que añadir. Para que nos hagamos una idea actualmente hay un 17’5% de gente mayor a 65 años y está previsto que en 2052 esta cifra alcance el 37%. A todo esto hay que añadir también que el descenso de natalidad hace que también haya menos ingresos en un futuro, es decir, menos dinero y más gente pensionista.

¿Saldrán ganando los pensionistas con esta reforma? La respuesta obviamente es no. En situaciones de crisis y mucho paro como ahora, la inflación superará la mejora de la pensión haciendo que los pensionistas salgan perdiendo poder adquisitivo y en consecuencia calidad de vida. Pero también es cierto que es necesario reformar las pensiones, y puntos como el de ligar la pensión a la esperanza de vida es algo con mucho sentido ya que cada año que pasa la esperanza de vida es mayor (y por lo tanto más gasto). De todos modos lo que está claro es que esta reforma ni es la primera ni será la última para intentar mantener el difícil equilibrio de las pensiones.