(De)Creciendo

Seguro que alguna vez habéis visto cómo, para señalar el crecimiento o la recesión de un país, se usa la expresión: X país ha crecido al 4%, o al contrario, se va a contraer un 0,5%. Este porcentaje indica el crecimiento o la contracción del PIB de ese país.

El PIB (producto interior bruto) de un país es, dicho de una forma sencilla, todo lo que se produce en un país durante un periodo determinado de tiempo, tanto bienes como servicios. De éste se deriva el PIB por cápita, que no es más que todo esa producción dividida entre toda la gente que hay en el país.

A lo que iba, hoy en día está aceptado por (casi) todo el mundo que un crecimiento del PIB, o lo que es lo mismo, un crecimiento de la actividad económica, implica directamente un desarrollo del país, o un mejor nivel de vida de su población, en términos medios. A simple vista esta conclusión puede parecer obvia, pero, ¿es correcta?

Voy a poner un ejemplo muy simple para que se entienda mejor.

¿Alguna vez os habéis preguntado cuántos barrenderos hay en Barcelona? ¿O cuántas depuradoras hay en vuestra provincia?

¿Qué tienen en común los dos casos anteriores?

Muy fácil, el servicio que proporcionan es el de eliminar contaminación de tu vida. Como estos dos casos, hay muchos más. Las empresas que se dedican a insonorizar edificios/ habitaciones, por ejemplo. En este caso, la contaminación es acústica, pero es lo mismo.

Pero preguntaros una cosa, si no se produjese esta contaminación en un principio, es obvio que el nivel de vida de la gente sería más alto, pero sin embargo no harían falta tantos barrenderos/ depuradoras/ empresas que insonorizan cosas... ¿verdad? Pues no, y además, el PIB de ese país sería más bajo que el de un hipotético país con las mismas características pero con más contaminación. Ahí va, ya la hemos liado.

Es un pequeño ejemplo que refleja perfectamente que tener más actividad económica no implica tener más desarrollo o mejor nivel de vida en una sociedad.

Entonces, ¿cuándo un crecimiento económico (o crecimiento del PIB) deja de generar un aumento de la calidad de vida para pasar a ser dos cosas independientes, o incluso inversamente proporcionales? Esto ocurre en el umbral. A partir de este punto ocurre precisamente eso, que el crecimiento económico y el crecimiento del nivel de vida son inversamente proporcionales.

Ése es sólo uno de los problemas que tiene el usar el crecimiento del PIB como indicador de desarrollo, que los gastos defensivos (actividades de reducción de la contaminación) tienen una medición positiva en él, cuando ya hemos visto la contradicción a lo que ésto conlleva.

Además, el PIB tampoco tiene en cuenta los prejuicios ambientales que sufre ese país. Es obvio que al ser humano, en mayor o menor medida, le preocupa el medio ambiente, y, por tanto, en un indicador que mide su desarrollo como sociedad, éste se tendría que ver reflejado de alguna manera.

Entonces, ¿cómo podemos medir de una forma un poco más realista el desarrollo de una sociedad o de un país? Es difícil, pero os voy a enseñar un indicador que es muy interesante ya que tiene más en cuenta todas esas cosas que he comentado antes. Os presento al ISEW.

El ISEW (Index of Sustainable Economic Welfare, índice de bienestar económico sostenible), fue creado a finales de los 80 con el propósito de obtener un indicador más realista que el PIB en el sentido de ser capaz de proporcionar una imagen del desarrollo real de la población, aunque no fue el único (a partir de 1950 empezaron a surgir este tipo de indicadores que se preocupaban también por la sostenibilidad y el medio ambiente).

En concreto, vemos como el ISEW tiene en cuenta tanto aspectos económicos, como aspectos ambientales y sociales. Por ejemplo, el ISEW integra variables de distribución de renta, tiene en cuenta de una manera correcta los gastos defensivos que he comentado antes, el nivel de salud de la población, el de educación, el valor de los recursos naturales, etc.

Vamos a poner estos indicadores en una gráfica para poder ver como evolucionan ambos a lo largo de los años, a ver qué pasa. (GDP = PIB).

¿Sorpresa? Si os fijáis, al poner este indicador en un gráfico se puede apreciar mejor como todos y cada uno de los países van llegando al umbral, algo que no sucede con el PIB, ya que como hemos visto éste no tiene en cuenta ningún factor social ni ambiental. Depende del país, pero en casi todos los casos ocurre en la década de los 70 o los 80. 

Efectivamente, queridos lectores, hace décadas que en los países occidentales no se está creciendo en términos de bienestar para la población, más bien todo lo contrario. Lo único que se está haciendo es aumentar la actividad económica mundial sin ningún tipo de sentido.